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El término “estanflación” se refiere a la combinación de una elevada inflación con una economía estancada, un escenario que algunos economistas señalaron podría haber ocurrido en Chile en 2022. Durante ese año, el país experimentó un aumento de precios por encima del 13% en un periodo de doce meses, junto a una notable desaceleración económica. La pandemia y ciertas políticas públicas, como los retiros de fondos previsionales, fueron mencionadas como factores contribuyentes.
En aquel tiempo, el exsubsecretario de Hacienda Alejandro Micco comparó la situación con el efecto posterior a una gran fiesta económica, mencionando la inflación y el crecimiento reducido combinados con la incertidumbre. Recientes cifras preocupantes han vuelto a hacer sonar las alarmas, con un crecimiento nulo en septiembre y un aumento del 1% en la inflación de octubre, llevando la inflación anual al 4,7%. Sin embargo, algunos economistas se mantienen escépticos sobre la posibilidad de una estanflación.
El ex presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, destacó que la reciente alza en inflación se debe principalmente a un incremento puntual en las tarifas eléctricas y problemas climáticos globales. Corbo subrayó que, a pesar de la volatilidad económica, la economía chilena tiene el potencial de crecer entre 1,5% y 2% a corto plazo, permitiendo que la inflación disminuya gradualmente. Por otro lado, otros expertos, como Jorge Rojas Vallejos y Carlos Smith, sostienen que aún no se puede hablar de estanflación en Chile, aunque advierten sobre los desafíos económicos que plantea un mercado laboral precario y fluctuaciones en los precios debidas a impactos tanto internos como externos.