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En un tenso encuentro disputado en el Estadio Monumental de Lima, la selección chilena se enfrentaba a su última posibilidad de reincorporarse a la carrera por un lugar en la próxima Copa del Mundo. Sin embargo, el empate a cero con Perú deja a La Roja con un futuro incierto y con pocas esperanzas en su camino hacia el repechaje.
Ambas selecciones, conscientes de la gravedad de la situación, llegaron al partido sabiendo que una derrota podría ser el fin de sus aspiraciones mundialistas. Ricardo Gareca, al mando de Chile, regresaba al país donde solidificó su leyenda al llevar a Perú al Mundial tras 36 años de ausencia. Paradójicamente, este enfrentamiento significaba una especie de ‘final’ para él, ahora del lado rival.
El partido comenzó con intensidad, con un Chile que mostró claramente una mejora en la creación de oportunidades frente a una defensa peruana. Aún así, la falta de efectividad de los chilenos quedó al descubierto, una problemática que ha persistido durante todo su proceso eliminatorio. Con 61% de posesión y nueve disparos en el primer tiempo, los hombres de Gareca no lograron romper el cero, una tarea que se tornó aún más complicada según avanzaba el encuentro y aumentaba el cansancio.
La segunda mitad demostró ser menos dinámica. La Roja, visiblemente agotada, encontró en la posesión de balón su mayor argumento, sin embargo, carecieron de la chispa para concretar. Mientras tanto, Perú comenzó a encontrar espacios por las bandas gracias a Sonne y Advíncula, pero el marcador no se movió. Chile, aún sin sumar fuera de casa, regresa obligado a buscar una vital victoria sobre Venezuela en su siguiente compromiso, pues de lo contrario, su camino hacia el séptimo lugar se antoja casi imposible.