Fuente de la imagen: nyt.com
Al ganar Barack Obama la reelección en 2012, parecía marcar el inicio de una nueva era de dominio demócrata, impulsada por el surgimiento de una nueva generación de votantes jóvenes, seculares y no blancos. Con la perspectiva, las elecciones de 2012 parecen más el final de una era: el triunfo final de los movimientos sociales de la década de 1960 sobre los una vez dominantes republicanos de Reagan.
En cambio, son las tres elecciones de Trump – en 2016, 2020 y 2024 – las que parecen tener los elementos de una nueva era de política, definida por el populismo conservador de Donald J. Trump. Ya sea que se le llame un realineamiento o no, la política estadounidense no ha sido la misma desde que Trump ganó la nominación de su partido. Los dos partidos chocan en áreas de consenso anterior, incluso cuando llegan a una situación de tregua en temas que definieron las polarizadas elecciones de 2004 y 2012. Puede ser desorientador para cualquiera que haya alcanzado la mayoría de edad antes de Trump. Incluso puede sentirse como si la política estadounidense se hubiera vuelto del revés.