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Una intensa jornada se vivió en las oficinas de la Dirección del Trabajo en Santiago, donde representantes del Sifup y la ANFP se reunieron nuevamente en un intento por resolver un conflicto que amenaza con frenar el fútbol profesional en Chile. Con un posible paro en el horizonte, la incertidumbre sobre el futuro de las competencias crece. No obstante, la reunión dejó entrever un atisbo de solución.
La ANFP ha convocado a una Asamblea Extraordinaria de presidentes para la noche del mismo jueves. Esta decisión responde a las normativas de su estatuto, que exige un aviso de 72 horas para la reunión de un Consejo Extraordinario, la figura habitual para estas situaciones. Durante la junta, se trataron meticulosamente los puntos de la agenda de negociación, al mismo tiempo que las conversaciones en la Dirección del Trabajo seguían su curso.
Se logró un avance significativo en varios de los 11 puntos propuestos por el Sifup, incluyendo el reconocimiento del 10% sobre las transferencias para los jugadores y el derecho a controlar sus datos de rendimiento físico. Además, se logró un acuerdo sobre el pago completo de los salarios a los futbolistas lesionados, y se definió que la Segunda División mantendrá su estructura de contratación actual, a pesar de la oposición de 11 clubes que abogaban por convertirla en una categoría Sub 23.
La jornada concluyó con un acuerdo preliminar que, aunque no resuelve completamente el conflicto, permitirá el inicio parcial de la temporada, despejando así el panorama para el fútbol chileno temporariamente nublado por las tensiones entre los clubes y los jugadores.