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En su primera semana en el cargo, el presidente Trump dejó en claro que sus promesas de vengarse de sus enemigos percibidos no eran meras promesas de campaña vacías, sino que su retribución está destinada no solo a imponer castigos por el pasado, sino también a intimidar a cualquiera que pudiera cruzarse en su camino en el futuro.
Al retirar las protecciones de seguridad a los ex funcionarios que enfrentan amenazas de muerte creíbles, señaló que estaba dispuesto a imponer consecuencias potencialmente profundas a cualquiera a quien considere insuficientemente leal, incluido su ex secretario de Estado, Mike Pompeo, y el Dr. Anthony S. Fauci, quienes ayudaron a liderar la respuesta a la pandemia.
La decisión del Sr. Trump de intentar reducir las protecciones del servicio civil tenía como objetivo depurar a los empleados federales que cree que obstaculizaron o desaceleraron su agenda en su primer mandato y reemplazarlos por leales. Esta iniciativa, desarrollada en el primer mandato del Sr. Trump pero nunca totalmente promulgada, busca crear un efecto desalentador para que los empleados de carrera sepan que podrían ser despedidos si no son obedientes, según un alto funcionario.