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Johannes Kaiser nació marcado por la decisión de su madre, Rosemarie Barends, al darle un nombre que su padre, Juan Kaiser, consideraba grandilocuente. La pareja se había conocido en un evento social, él siendo un joven abogado y ella una secretaria formada en Alemania. Contra la opinión de su familia conservadora, Juan se dejó llevar por el encanto de Rosemarie.
El primer hijo de los Kaiser, Johannes, creció en una familia que cambiaba frecuentemente de residencia, huyendo del smog de la ciudad. Las sucesivas mudanzas llevaron a la familia hasta los límites orientales de Las Condes. Los problemas ambientales de la época parecían afligir a Rosemarie, quien adoptó un estilo de vida que sentaron las bases de lo que luego se entendería como vegano.
En un giro inesperado del destino, la familia decidió trasladarse a un predio en Villarrica, despojando a Johannes de su vida en Santiago. La salud de su madre, marcada por sus creencias, comenzó a deteriorarse, llevando a la familia a vivir en situaciones difíciles. Las decisiones judiciales posteriores formalizaron este deterioro mental, y finalmente, los hijos fueron puestos bajo la tutela del padre, un punto de inflexión en la vida de Johannes Kaiser.
Kaiser, mientras enfrentaba una vida familiar convulsa, encontró en la lectura y la política un refugio, llegando a liderar el centro de estudiantes en su colegio. Sin embargo, el relato de su vida dio un vuelco en la adultez temprana, pasando de la Escuela Militar a la universidad en Austria, donde nunca se graduó formalmente.
A lo largo de los años, Kaiser forjó una identidad política enraizada en el desencanto y desprecio a las posturas progresistas, consolidando una voz en plataformas digitales. Aunque enfrentando diversos desafíos familiares, incluyendo el deterioro de la salud de su madre, Johannes Kaiser logró catapultarse a la arena política chilena, convirtiéndose en diputado y, más recientemente, en una figura política de consideración nacional.