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No existe una definición universalmente aceptada de una crisis constitucional, pero los académicos legales coinciden en algunas de sus características. Generalmente es el resultado de la desobediencia presidencial a las leyes y decisiones judiciales. No es binario: es una pendiente, no un interruptor. Puede ser acumulativo, y una vez que comienza, puede empeorar mucho.
También puede ser obvio, dijo Erwin Chemerinsky, decano de la facultad de derecho de la Universidad de California, Berkeley. “Estamos en medio de una crisis constitucional en este momento”, dijo el viernes. “Ha habido tantas acciones inconstitucionales e ilegales en los primeros 18 días de la presidencia de Trump. Nunca hemos visto algo así”.
Enumeró ejemplos de lo que él llamó la conducta ilegal del Presidente Trump: revocar la ciudadanía por nacimiento, congelar el gasto federal, cerrar una agencia, destituir a líderes de otras agencias, despedir a empleados públicos sujetos a protecciones del servicio civil y amenazar con deportar a personas basándose en sus opiniones políticas.
