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En el año 2024, los proyectos inmobiliarios en el Gran Santiago han experimentado la caída más significativa en quince años. Esta baja refleja una tendencia preocupante para el sector, que ha enfrentado múltiples desafíos económicos y regulatorios.
Expertos señalan que varios factores han influido en esta disminución, incluyendo cambios en normativas urbanas, variaciones en la demanda y dificultades económicas a nivel nacional e internacional. Esto ha llevado a una ralentización en el desarrollo de nuevas construcciones.
Las autoridades y las empresas del rubro están analizando estrategias para revertir esta situación. Se espera que en 2025 se implementen políticas que fomenten la inversión y promuevan un entorno más favorable para el crecimiento del sector inmobiliario en la región.
