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El tenis internacional está experimentando un cambio significativo con la implementación del sistema Live Electronic Line Calling, el cual reemplaza a los jueces de línea tradicionales. Este mecanismo utiliza cámaras para ofrecer precisión exacta en la determinación de si una bola cayó dentro o fuera de la cancha, y verificar faltas de pie durante el servicio. En Chile, esta tecnología hace su debut en el Chile Open, que se desarrolla en San Carlos de Apoquindo. Este evento se convierte en el tercer torneo en arcilla en adoptarlo, después del ATP 250 de Buenos Aires y el ATP 500 de Río.
Durante una visita al torneo, El Deportivo tuvo la oportunidad de observar el funcionamiento del sistema y de conocer la sala donde los datos son analizados en pantallas dispuestas entre las canchas principales y el Village del torneo. Catalina Fillol, directora del torneo, reconoce los beneficios y desventajas del cambio, destacando la precisión tecnológica pero señalando también la pérdida de interacción humana con los jueces de línea. A pesar de la innovación, el torneo contará con 12 jueces para labores de soporte, reflejando una reducción significativa del personal anteriormente empleado.
El avance tecnológico contará con la instalación de 12 cámaras en cada cancha, administradas por la firma Hawk-Eye, designada por la ATP. Aunque el costo de implementación supera al de los 40 jueces del año anterior, el apoyo de socios como Movistar Empresas ha sido crucial para la puesta en marcha del sistema. La tecnología ha estado siendo probada intensamente desde mediados de febrero por el equipo de Hawk-Eye y supervisores de la ATP. Con las mejoras en las canchas y la tecnología lista, el ATP 250 de Santiago se prepara para un evento deportivo de gran nivel, con la esperanza de que otro tenista chileno pueda alzarse con el trofeo de campeón.