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El inesperado apagón que se extendió por gran parte del país desde las 15:16 del martes 25 de febrero impactó de manera significativa en la Región de Valparaíso, afectando al Festival de Viña del Mar en su tercera jornada. Este día estaba destinado a presentar a Morat, Pedro Ruminot y Sebastián Yatra, pero el evento no pudo llevarse a cabo. Sin embargo, se decidió posponerlo para el sábado 1 de marzo, manteniendo la lista de artistas y el horario original.
Organizar un cambio de esta magnitud no fue tarea sencilla. Inmediatamente después de que ocurriera el apagón, los organizadores enfrentaron la posibilidad de cancelar la tercera noche del festival. La situación se tornó crítica, especialmente porque ya había un gran número de fanáticos, en su mayoría seguidores del grupo colombiano Morat, reunidos en las cercanías de la Quinta Vergara. A medida que avanzaba el tiempo, las negociaciones con las autoridades locales, como la alcaldesa de Viña del Mar y el delegado presidencial de Valparaíso, se intensificaron.
Cerca de las 19 horas, como medida para prevenir aglomeraciones en las calles, se decidió permitir el ingreso del público al recinto. Sin embargo, a las 19:50 horas, el gobierno declaró un Estado de excepción con toque de queda desde las 22 horas, haciendo impracticable la realización del evento. La decisión final de suspender la jornada llegó alrededor de las 20:30 horas, provocando frustración entre los asistentes.
Por otra parte, el director ejecutivo Daniel Merino lideró las conversaciones con los artistas para reprogramar la presentación. La tarea fue exitosa, completándose en apenas una hora gracias a la disposición favorable de los músicos. Simultáneamente, los costes asociados y la reprogramación de las competencias del festival ya están bajo consideración para ajustar el cronograma.
