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Witold Bańka, líder de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), se toma un momento para abordar la polémica relacionada con el acuerdo alcanzado con el tenista Jannik Sinner, quien recientemente dio positivo por clostebol. Desde su oficina en el Estadio Nacional, Bańka explica las complejidades de este caso que ha generado indignación en el mundo del tenis.

El presidente de la WADA, exatleta y exministro polaco, recuerda su compromiso con la lucha antidopaje, destacando los cambios que impulsó en su país para fortalecer las normas antidopaje. Reconoce que, aunque la eliminación total del dopaje es improbable, la organización sigue trabajando con herramientas como el pasaporte biológico para combatir estas prácticas.

Bańka defiende el acuerdo con Sinner, subrayando que un análisis exhaustivo mostró que no hubo dopaje intencional, sino un caso de contaminación. Sin embargo, detalla que la comparación con el caso de Nicolás Jarry es inapropiada, ya que cada situación es única y se evalúa independientemente bajo las reglas del Código Mundial Antidopaje.

Ante las críticas sugiere que los deportistas profundicen en la comprensión de las reglas antidopaje, resaltando la importancia de la educación en la prevención del dopaje. Asimismo, reitera que la relación con la Agencia de Integridad del Tenis es de colaboración, con mecanismos para apelar en caso de discrepancias.