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En el hospital de Asuntos de Veteranos en Pittsburgh, los investigadores pasaron meses preparándose para un ensayo clínico de un nuevo medicamento para tratar cánceres avanzados de la boca, garganta y caja de la voz. Estaban listos el mes pasado para comenzar a reclutar pacientes, veteranos cuyo cáncer se había propagado a otros tejidos y que se habían quedado sin opciones de tratamiento.
Entonces surgió un problema. El hospital no pudo renovar el empleo de un miembro clave del personal involucrado en la ejecución del estudio, un proceso generalmente rutinario obstaculizado por la congelación de contratación impuesta bajo el proyecto de recortes gubernamentales liderado por el Presidente Trump y Elon Musk. De repente, el ensayo clínico quedó en espera.
“Estaban listos para reclutar”, explicó Alanna Caffas, la directora ejecutiva de la Fundación de Salud de los Veteranos, que administra los ensayos. “Tenían los kits de laboratorio en el sitio. Tenían el medicamento para dispensar. Pero no pudieron renovar al coordinador de investigación clínica”.