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El 22 de febrero, Jorge Enrique González, conocido artísticamente como George Harris, llegó al Festival de Viña del Mar con grandes expectativas. Durante la rueda de prensa previa, el humorista venezolano, de 44 años, expresó su entusiasmo por participar en el evento, destacando el impacto positivo que su carrera había tenido en Chile. Sin embargo, tras su presentación, su postura hacia el festival y sus organizadores cambió drásticamente.

La noche del 23 de febrero, Harris subió al escenario de la Quinta Vergara con altas expectativas y un discurso optimista. Pero lo que prometía ser un hito en su trayectoria se convirtió en una amarga experiencia. El público reaccionó con abucheos ante una rutina que perdió ritmo y dinamismo. En medio de la tensión, el comediante respondió de manera agresiva a las críticas, lo que solo intensificó el rechazo del auditorio.

De retorno a Miami, George Harris manifestó su desconcierto ante lo sucedido, sugiriendo que la falta de aceptación se debía a un boicot y xenofobia, sin mostrar autocrítica alguna. Además, empleó las redes sociales para expresar su descontento con el festival, afirmando que había sido una experiencia que ponía en discusión su participación, y sugiriendo un declive en la importancia del evento en la escena internacional.