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La selección chilena enfrenta una etapa complicada en las eliminatorias para el Mundial 2026. Ha atravesado momentos de esperanza, como la victoria inicial ante Perú, pero luego la decepción ha prevalecido, especialmente tras la derrota contra Bolivia. Actualmente se mantiene en una racha desalentadora de ocho partidos sin conocer el triunfo, lo que deja un panorama sombrío de cara al final de la clasificación.
El reciente empate sin goles frente a Ecuador refleja una creciente frustración, ya que el margen de error es mínimo para aspirar siquiera al repechaje. La presión por no sumar tres mundiales seguidos sin clasificación añade un peso considerable, y el partido, que pudo haber resultado en una derrota, complica aún más las aspiraciones chilenas.
El técnico Ricardo Gareca mantuvo un enfoque estratégico conservador, limitándose a cambios hombre por hombre. Aunque Chile dominó la posesión del balón durante el primer tiempo, pecó de ineficiencia ofensiva. En el segundo tiempo, el desgaste físico fue notorio, factor que Ecuador aprovechó para equilibrar el juego y hacer peligrar el arco chileno. A pesar de algunos cambios en la alineación chilena, las oportunidades desaprovechadas y la falta de contundencia concluyeron en un resultado insatisfactorio.