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Las mayores empresas tecnológicas y sus directores ejecutivos donaron millones a la inauguración del presidente Trump, organizaron fiestas de gala y cenas en su honor, y le permitieron anunciar y recibir crédito por nuevos proyectos de fabricación multimillonarios.
Sin embargo, a menos de tres meses de comenzar el segundo mandato del presidente, el Sr. Trump apenas ha devuelto sus gestos generosos con favores. Las amplias tarifas que impuso la semana pasada comprimirán la cadena de suministro del iPhone de Apple y harán que sea mucho más caro para Amazon, Meta, Google y Microsoft construir supercomputadoras para impulsar la inteligencia artificial.
El presidente ha recortado la financiación federal para la investigación en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y la computación cuántica. Su freno a la inmigración ha suscitado temores de que corte los canales de talento tecnológico. La administración Trump también ha señalado que continuará con una postura reguladora agresiva para controlar el poder de las mayores empresas tecnológicas, comenzando la próxima semana con un histórico juicio antimonopolio para dividir a Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp.
