El presidente de Azul Azul, Michael Clark, expresó su profunda preocupación y rechazo frente a la reciente programación de la Supercopa de fútbol en Chile, considerando que la decisión de disputar el partido entre Universidad de Chile y Colo Colo el próximo domingo 14 de septiembre en el estadio Santa Laura resulta imprudente e irresponsable. Clark argumenta que las condiciones actuales del estadio, que se encuentran en obras y en estado de obras incompletas, no garantizan la seguridad de los jugadores, equipos y, sobre todo, del público asistente.
Clark aseguró que tanto la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) como la Delegación Presidencial están insistiendo en realizar el encuentro a pesar de que instancias oficiales y de seguridad hayan declarado en dos ocasiones que las condiciones del escenario deportivo no son aptas para un evento de esta magnitud. La preocupación principal recae en que las obras en el estadio Santa Laura aún no están terminadas, lo que aumenta el riesgo de incidentes y pone en entredicho la seguridad de quienes participan y asisten.
El dirigente fundamenta su postura en que en la actualidad, las situaciones de riesgo superan con creces las potenciales ventajas del partido, y recuerda que en los últimos días, por circunstancias similares, hubo una fatalidad en un evento deportivo en el país, lo que amplifica la gravedad de la decisión.
Además, Clark propone que, dadas las circunstancias, la mejor opción sería postergar o reconsiderar la celebración del evento. Sugiere incluso jugar con un equipo juvenil o con una formación que reduzca los riesgos, enfatizando que la prioridad debe ser la seguridad de todos los implicados. Asimismo, hizo un llamado a la prensa y a los entes responsables a ofrecer mayor transparencia y a investigar las razones específicas de por qué se mantiene la fecha original, pese a las advertencias y obstáculos existentes.
El presidente de Azul Azul expresó con firmeza que no entiende el interés de las autoridades deportivas y gubernamentales en seguir adelante con el partido en estas condiciones, alineándose con la opinión de varios actores del fútbol chileno que consideran que un evento de esta envergadura debería organizarse en escenarios adecuados, con todas las garantías y en un entorno que garantice la integridad física de los participantes.
Por otro lado, Clark también criticó la posibilidad de que en caso de que el partido se realice ahora, se les obligue a usar una fórmula que implique jugar en un estadio sin terminar, con un público reducido y con entradas vendidas por debajo de la media, lo que, en su opinión, sería un espectáculo triste y un ejemplo de improvisación que resta valor y prestigio a la competencia.
Finalmente, reiteró la necesidad de que las autoridades deportivas sean responsables y prioricen la seguridad sobre la urgencia de disputar el encuentro. Instó además a que la prensa continúe indagando y preguntando a las autoridades cuáles son los motivos reales para insistir en jugar en estas circunstancias, ya que ello puede influir en decisiones futuras que protejan la integridad física de todos los involucrados.
Clark concluyó expresando su confianza en que en los próximos días se tomen las decisiones correctas tras la inspección oficial que se está realizando en el estadio, y que se priorice la seguridad por encima de cualquier interés deportivo o económico. La situación sigue en análisis, y las próximas horas serán clave para definir si el duelo podrá realizarse en las condiciones mínimas de protección y respaldo necesarias, o si, por el contrario, se opta por cancelar o postergar el encuentro hasta que las condiciones sean realmente seguras.