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El Presidente Trump voló brevemente este fin de semana a un continente europeo que ha sumido en el caos en los últimos meses, rindiendo homenaje al Papa Francisco en su funeral, pero también reuniéndose con el Presidente Volodymyr Zelensky de Ucrania en un momento crítico que puede decidir tanto los límites del país como su destino.
El Sr. Trump estuvo en tierra en Roma durante unas 14 horas, y se marchó inmediatamente después de los servicios para el papa en la Plaza de San Pedro, deteniéndose solo para estrechar la mano o saludar a algunos de los presidentes, primeros ministros, miembros de la realeza y líderes religiosos que asistieron a la ceremonia.
Fue un cambio sorprendentemente rápido para el primer viaje al extranjero de un nuevo presidente, y no dejó tiempo para discutir sus aranceles contra la Unión Europea, su giro hacia la normalización de las relaciones con Rusia o su insistencia en que los europeos deben asumir mucha más responsabilidad por su propia defensa. El Sr. Trump le dijo a sus asesores que quería regresar a su resort de golf en Nueva Jersey antes de que terminara el día.
