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Hace una década, se esperaba que la realidad virtual revolucionara el mundo del entretenimiento con la llegada de dispositivos como Oculus Rift. Sin embargo, en 2025, esa promesa aún no se ha cumplido por completo. A pesar de ello, las grandes empresas tecnológicas y de entretenimiento están más convencidas que nunca de que este cambio está cerca.
Pruebas recientes sugieren avances significativos. El Wall Street Journal informó que Meta está colaborando con Disney, A24 y otros en la creación de contenido inmersivo para sus gafas Quest VR. Apple también ha mostrado interés, actualizando sus gafas Vision Pro para permitir la experiencia compartida de películas en 3D y lanzando un concierto inmersivo de Metallica. Este tipo de inversiones refleja un creciente interés en ofrecer experiencias más allá de las pantallas tradicionales.
No obstante, el camino hacia una adopción masiva de la realidad virtual no ha sido fácil. Desde la presentación de Oculus Rift, la industria ha tenido que enfrentar desafíos como la necesidad de crear contenido atractivo y la aceptación del público. Aunque ha habido cierto progreso, todavía existe un debate sobre cuándo se logrará una adopción generalizada, con expertos sugiriendo proyecciones diversas.