El 29 de septiembre de 2025 marca un hito importante en la historia de las relaciones internacionales en América Latina y Asia, al conmemorarse el 55º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Chile. Este vínculo fue formalizado en 1970, en un acto que refleja la visión de futuro y la voluntad política de ambos países de superar obstáculos históricos y culturales. Chile fue pionero en la región en establecer lazos diplomáticos con la República Popular China, siendo el primer país latinoamericano en hacerlo, marcando así un ejemplo de cooperación Sur-Sur y de compromiso mutuo.
A lo largo de estos más de cinco décadas, las naciones han sido testigo de logros notables en diversos ámbitos, siendo un modelo de cooperación y solidaridad en el mundo en desarrollo. Los lazos se han basado en principios fundamentales como la igualdad, el respeto mutuo y la confianza reciprocada. Ambos países entienden y comparten el sufrimiento provocado por la explotación colonial y la hegemonía extranjera, alimentando un sueño compartido de independencia, desarrollo y revitalización nacional. Esta misión común fortalece el compromiso de ambas naciones de adherirse a un multilateralismo activo, promoviendo la democratización de las relaciones internacionales y defendiendo los derechos legítimos de las naciones en desarrollo.
Uno de los aspectos que ha marcado la relación ha sido la capacidad de ser pioneros en múltiples áreas. China fue el primer socio comercial de Chile en la región con acuerdos históricos, como la adhesión china a la Organización Mundial del Comercio, el reconocimiento del estatus de economía de mercado de China, y la firma del tratado de libre comercio, que cumple 20 años en 2025 y ha impulsado un crecimiento comercial anual promedio del 12,2%. China se ha consolidado como el mayor socio comercial de Chile durante más de una década, siendo una fuente clave de exportación de recursos naturales como cobre, litio, cerezas y cerdo, además de ser el principal proveedor de autobuses eléctricos en Chile.
Chile, por su parte, ha aprovechado estas ventajas para convertirse en un puente estratégico que conecta a China con América Latina en el marco de la iniciativa ‘La Franja y la Ruta’. La colaboración ha dado lugar a proyectos emblemáticos, como la Línea 7 del Metro de Santiago, conexiones viales, construcción hospitalaria, energías renovables y obras de infraestructura tecnológica y energética, que benefician directamente a ambas poblaciones.
Además de los intercambios económicos y tecnológicos, la relación entre China y Chile se ha fortalecido en ámbitos culturales y sociales. Ambos países poseen civilizaciones antiguas y vibrantes, con tradiciones que valoran la naturaleza y la protección de sus herencias. Desde la fundación del Instituto Chileno-Chino de Cultura en 1952 por pioneros como Salvador Allende, Pablo Neruda y José Venturelli, el intercambio cultural ha sido un puente para estrechar la amistad. Hoy, China y Chile mantienen una relación cada vez más arraigada en la población, fortalecida por la exención unilateral de visas para ciudadanos chilenos desde junio de 2025, facilitando intercambios directos y experiencias en una China moderna y en constante transformación.
Ambas naciones han expresado en múltiples cumbres y encuentros la importancia de consolidar su asociación en todos los niveles. La cooperación en educación, cultura, urbanismo, protección ambiental y derechos humanos, ha enriquecido la relación, promoviendo una comunidad de destino compartido que apuesta por el diálogo y el entendimiento. Los mandatarios han coincidido en que la relación va más allá de los intercambios económicos, siendo un ejemplo de la capacidad de dos pueblos de compartir una visión de progreso conjunto.
Afrontando un escenario mundial dominado por desafíos como la confrontación de bloques, el cambio climático y las tensiones geopolíticas, China y Chile buscan un camino común que priorice la cooperación, la innovación y el respeto mutuo. Ambos países comparten la aspiración de un desarrollo sostenible, de mayor calidad y seguridad para sus ciudadanos, en un mundo que requiere soluciones globales para problemas planetarios.
En palabras del embajador de China en Chile, Niu Qingbao, la amistad sino-chilena se sustenta en una base sólida de confianza y respeto mutuo que, con mayor profundidad, amplitud y base popular, tendrá la capacidad de potenciarse aún más. El compromiso conjunto de seguir promoviendo el multilateralismo, la justicia internacional y la cooperación internacional asegura que estos lazos continuarán fortaleciendo y liderando la integración en la región y en el escenario mundial.