Canadá’s posta nacional, enfrentando pérdidas millonarias y negociaciones complicadas con su sindicato, finalizará los servicios de entrega puerta a puerta y reducirá otras operaciones en una reorganización amplia destinada a restaurar la solvencia, informaron las autoridades.
El gobierno de Canadá anunció que la corporación postal terminará con las entregas a domicilio y hará recortes en otros servicios en medio de una reestructuración que busca devolver a la empresa a la solvencia financiera. Según los funcionarios, Canadá Post está en camino de perder mil millones de dólares este año, y la unión de trabajadores postales afirmó que se le tomó por sorpresa con las medidas de reducción de costos.
La decisión ha provocado protestas y una huelga de los empleados, quienes consideran que las medidas de austeridad fueron implementadas sin consulta previa. La union sindical asegura que las acciones defensivas buscan evitar una crisis total en el sistema postal.
El sindicato también revela que la reorganización podría implicar despidos y reducciones significativas en las prestaciones, además de una mayor automatización en las operaciones, lo que preocupa a los trabajadores acerca de la pérdida de empleos y derechos laborales.
El gobierno y la empresa postal justifican las reformas argumentando que la situación financiera actual de Canadá Post no es sostenible y que, sin cambios profundos, la compañía podría enfrentarse a un colapso total en sus operaciones. La medida forma parte de un plan de ajuste estructural ante la inminente crisis económica del sector.
Por otra parte, los empleados han convocado una huelga en respuesta, bloqueando rutas principales y centros de clasificación en todo el país. El sindicato advierte que seguirán en huelga hasta que se retomen las negociaciones y se anulen los recortes, exigiendo un diálogo abierto y la participación en decisiones que afectan sus derechos.
Este conflicto ha generado tensiones políticas, con el gobierno federal exhortando a ambas partes a resolver el conflicto pacíficamente y evitando una interrupción total en los servicios postales. La crisis afecta no solo a los trabajadores, sino también a miles de clientes que dependen de la entrega de correspondencia y paquetes, especialmente en zonas rurales y aisladas, donde las alternativas son limitadas.
El pronóstico para los próximos días indica una posible paralización parcial o total de los servicios de Canadá Post. La huelga representa uno de los mayores desafíos en la historia reciente del sistema postal canadiense, poniendo en jaque la administración pública y las leyes laborales del país.
Mientras tanto, analistas advierten que esta situación puede repercutir en la economía local, afectar las cadenas de suministro y generar impacto en otras instituciones gubernamentales y empresas que utilizan los servicios postales como parte de sus operaciones diarias.
