China ha prometido que tomará represalias si el presidente Donald Trump lleva a cabo su amenaza de imponer aranceles del 100 % a todos los productos chinos, en un momento en que el cese al fuego en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo parecía inestable durante el fin de semana.
La amenaza de Trump surgió después de que Pekín impuso de manera repentina controles estrictos de exportación sobre materias primas críticas, reavivando el conflicto comercial entre Estados Unidos y China.
El gobierno chino advirtió que responderá con medidas contundentes si Estados Unidos realiza una imposición total de aranceles, lo que aumentaría aún más las tensiones en la disputa económica.
El conflicto llegó en un momento en que las negociaciones parecían estar en un punto crítico, con ambos países en una cuerda floja. La imposición de aranceles tan elevados podría afectar tanto a las empresas como a los consumidores en ambos lados del Pacífico.
Hasta ahora, las autoridades chinas no han especificado cuáles serán exactamente las medidas de represalia, pero expertos consideran que podrían incluir restricciones o controles en sectores clave, exportaciones adicionales o acciones en organismos internacionales.
Es importante señalar que el entorno actual advierte una escalada significativa en las hostilidades económicas, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en el comercio global, especialmente en cadenas de suministro que dependen de ambos países.
Las noticias recientes indican que las tensiones se incrementan justo cuando la atención internacional estaba centrada en otros asuntos. La comunidad empresarial y los gobiernos de todo el mundo permanecen atentos a los próximos movimientos y a la posible repercusión en la economía mundial.
