El recién inaugurado estadio Claro Arena, sede de la Universidad Católica, enfrenta serias acusaciones que podrían afectar su funcionamiento y seguridad. La Fundación Defendamos la Ciudad levantó una denuncia formal alertando sobre posibles incumplimientos en las normativas básicas de protección contra incendios en la estructura del recinto deportivo.
Según la investigación y las declaraciones del presidente de la fundación, Patricio Herman, el estadio habría utilizado pinturas intumescentes en su estructura metálica sin respaldo normativo, lo cual representa un riesgo directo para deportistas, asistentes a conciertos y espectadores en general. La denuncia fue presentada ante la Contraloría General de la República y se compara con un caso similar ocurrido en el Estadio Municipal de San Antonio, donde también se detectaron irregularidades en la certificación de los productos utilizados.
El principal foco de preocupación se centra en el producto Fire Control, de la empresa Sherwin Williams, que se aplicó en los elementos estructurales del estadio. La evidencia indica que dicho producto carece de validación oficial para su uso en estructuras horizontales o inclinadas y que en 2023 perdió la aprobación para elementos verticales, según la resolución N°581 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile (Minvu). Este hecho compromete la eficacia de las pinturas intumescentes, ya que su función es retardar el colapso de las estructuras metálicas en caso de incendio, permitiendo evacuaciones y acciones de emergencias.
Las pinturas de protección contra incendios, en particular las intumescentes, cumplen un papel esencial en la seguridad estructural de edificaciones y recintos públicos. Sin embargo, su efectividad depende de contar con certificaciones oficiales y adherirse a las normativas establecidas. La utilización de productos sin certificación, como en el caso del Stadium UC, genera dudas sobre su capacidad de resistir altas temperaturas y proteger vidas en emergencias.
La denuncia presentada a la Contraloría, identificada con el número E34068-2025, detalla que el producto Fire Control ya no cuenta con la certificación vigente en Chile y advierte que el uso de pinturas no validadas podría poner en riesgo la integridad de las estructuras y la seguridad de quienes asisten al estadio. Frente a esto, la universidad y la empresa constructora han intentado dar respuestas técnicas, y la concesionaria Cruzados SADP entregó un informe elaborado por la firma especializada Dictuc.
El informe de Dictuc sostiene que, pese a las diferencias entre las normativas internacionales y chilenas respecto a la resistencia al fuego, existen registros suficientes que permiten validar el producto aplicado en la estructura del stadium. En su análisis, se evidenció que las curvas de temperatura de las muestras de Fire Control cumplen con los criterios establecidos por la legislación chilena, logrando así una equivalencia técnica con los estándares nacionales. Esto permitiría justificar, desde un punto de vista técnico, la utilización del producto, siempre y cuando se considere dentro de los rangos y espesores aceptados por la normativa.
El documento también señala que, mediante un análisis numérico comparativo, se verificó que las curvas de comportamiento del producto con los requisitos de resistencia al fuego cumplen los criterios de falla establecidos por la legislación chilena. La conclusión es que, en ciertas condiciones y considerando los datos existentes, el producto podría considerarse válido para su uso en esta estructura. Sin embargo, esta interpretación no ha terminado de convencer a todos los actores y el debate sobre la seguridad del estadio continúa abierto.
La controversia sigue vigente en medio de la preocupación pública y las investigaciones en curso. La seguridad en los recintos deportivos es una prioridad que requiere cumplir con estrictos estándares de calidad y certificación. La situación del Claro Arena plantea la necesidad de revisar y reforzar los controles y normativas para garantizar la protección de la vida de todos los asistentes y evitar tragedias derivadas de deficiencias técnicas o incumplimientos normativos.