A medida que Chile avanza en el cumplimiento de sus metas fiscales, los datos oficiales revelan un panorama complejo y desafiante que genera inquietudes en diversos sectores. El Ministerio de Hacienda, junto con la Dirección de Presupuestos, presentó un informe exhaustivo sobre la situación fiscal de 2025 y las expectativas para el próximo año, aunque permanecen las dudas respecto a la solidez y precisión de estas proyecciones.
Según los datos oficiales, las cuentas fiscales del país enfrentan un escenario donde los ingresos son menores a lo proyectado y las metas de déficit fiscal no se cumplirán por tercer año consecutivo. La falta de ingresos adecuados, principalmente por menores recaudaciones tributarias y de recursos derivados de la minería, impactan en la percepción de la salud económica del país y ponen en entredicho las cifras presentadas para 2026.
En detalle, el crecimiento esperado del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025 es de un 2,5%. Sin embargo, los ingresos totales proyectados alcanzan alrededor de 75.010.477 millones de pesos, cifra que representa el 22,4% del PIB, pero es 787.460 millones menor a lo previsto a principios de año. Los ingresos tributarios netos también muestran un incremento real estimado del 7,3% para 2025, llegando a aproximadamente 62.439.834 millones de pesos, aunque esto refleja una caída de más de 682.258 millones respecto a las estimaciones iniciales.
Las expectativas en materia de recaudación de impuestos por minería privada y Codelco también muestran una reducción significativa: la tributación por minería privada se espera que llegue a 5.383.167 millones, lo que significa una disminución de 486.128 millones, mientras que las ventas a Codelco se estiman en 1.810.965 millones, 335.439 millones menos de lo proyectado a comienzos de año.
Por otro lado, los impuestos al consumo, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y los impuestos a productos específicos, experimentan ajustes ligeramente al alza, en línea con la ejecución efectiva hasta agosto de 2025. El IVA, que cerrará el año con un crecimiento del 3,4%, refleja una ligera subida respecto a previos pronósticos.
El informe también señala que las medidas adoptadas en la Ley de Cumplimiento Tributario, que entraron en vigor en 2025, tendrán un impacto estimado en 0,73% del PIB en 2026, principalmente en los impuestos a la renta, IVA y otros tributos, debido a mayores herramientas de fiscalización dirigidas a grandes contribuyentes y empresas de alto patrimonio.
Respecto a los ingresos estructurales, estos alcanzarán en 2025 aproximadamente 74.044.006 millones de pesos, pero son 1.2 billones de pesos menores a las expectativas de junio, lo que llevó a ampliar el objetivo de déficit fiscal estructural de 1,8% hasta aproximadamente 2,2% del PIB. Esto implica que el saldo negativo del balance fiscal aumentó en unos 3.8 billones de pesos, pasando de un déficit de 3.696.942 millones a cerca de 7.547.855 millones de pesos. La causa principal, según el Ministerio, son menores ingresos por la caída en los precios del cobre, además de un nulo avance en reformas legislativas correctivas.
En términos de la deuda pública, la proyección para final de año indica que llegará al 42,4% del PIB, ligeramente por encima del 42,2% proyectado en junio, reflejando una ligera mayor carga, influida por la evolución del tipo de cambio y la depreciación del euro.
El gasto público para 2025 se estima en 81.591.862 millones de pesos, lo que representa un aumento del 2,6% en comparación con las proyecciones del año anterior, pero con cifras menores en 940 millones respecto a los cálculos previos. La estrategia de Hacienda busca mantener un manejo responsable de las finanzas públicas, ajustando gastos en función de los ingresos reales y la ejecución fiscal.
Para 2026, las estimaciones oficiales indican una recuperación en los ingresos, que llegarán a 81.019.982 millones de pesos, equivalentes al 22,9% del PIB. Se prevé un crecimiento del 4,7% respecto a 2025, con un impulso importante en los ingresos por leyes de fiscalización y cambios tributarios, especialmente en impuestos a la renta y al valor agregado.
El gasto del sector público para ese año se proyecta en aproximadamente 86.256.836 millones de pesos, con un incremento del 1,7% en términos reales respecto a las leyes presupuestarias anteriores. El déficit fiscal efectivo sería de 5.2 billones de pesos, con un déficit estructural cercano al 1,1% del PIB, escenario que aún está sujeto a incertidumbre. La deuda pública en 2026 se estima cercano al 43,2% del PIB, influida por variaciones en el valor del euro y las condiciones internacionales.
No obstante, los expertos y parlamentarios expresan dudas sobre la viabilidad de estas cifras. La exdirectora de Presupuestos, Cristina Torres, señala que el deterioro fiscal actual, en un contexto de modificaciones a la ley de responsabilidad fiscal, debilita la credibilidad en las metas y obliga a revisar las acciones correctivas pendientes. La economista Macarena García, de LyD, advierte que el escenario macroeconómico propuesto puede ser optimista y que la incorporación de medidas pendientes en el presupuesto podría afectar los resultados reales.
Asimismo, los legisladores de oposición manifiestan que las proyecciones actuales parecen basarse en supuestos demasiado optimistas y sin las explicaciones suficientes, lo que genera dudas sobre la capacidad del gobierno para cumplir sus metas, especialmente en materia de déficit y nivel de ingresos. Los riesgos de incumplimiento y la posible desviación de los objetivos fiscales mantienen en alerta a todos los actores del sector económico y político.
En conclusión, el panorama fiscal de Chile en 2025 refleja un escenario de desafíos significativos que requieren atención y medidas contundentes para consolidar la estabilidad financiera y asegurar el cumplimiento de metas a largo plazo. La incertidumbre sobre las proyecciones, el cumplimiento de las reformas y la gestión de los recursos públicos marcan la agenda de discusión en los próximos meses.