Durante la noche del miércoles, se registraron incidentes en las cercanías del hotel sede de la Universidad de Chile en La Serena, en el marco de la eliminación del equipo en los cuartos de final de la Copa Sudamericana frente a Alianza Lima. Como consecuencia, dos personas involucradas en los disturbios fueron formalizadas ante la justicia.
Según informó Galo Luna Penna, delegado presidencial regional de Coquimbo, ambas personas quedaron bajo medidas de arraigo, firmarán cada quince días en el tribunal y se les prohibió el ingreso al estadio. Estos procedimientos están vinculados a una querella presentada por las autoridades por la activación de artefactos pirotécnicos y por el incendio provocado en los incidentes.
Las acciones judiciales buscan mantener el orden público y garantizar la seguridad en los eventos deportivos. Luna destacó que las investigaciones continúan y que las personas detenidas enfrentan las consecuencias correspondientes por haber alterado la tranquilidad durante un evento que congregó a diversos espectadores.
El gobierno reforzó la seguridad en torno a este encuentro internacional, coordinando esfuerzos con Carabineros y el club organizador. Se dispusieron medidas específicas, incluyendo la creación de tres anillos de seguridad alrededor del estadio Francisco Sánchez Rumoroso, con controles estrictos para las acreditaciones, limitadas a solo 70 por cada equipo, bajo la supervisión de la CONMEBOL, para asegurar que el partido se desarrolle en un ambiente de máxima seguridad y normalidad.
Asimismo, se reforzaron las medidas en las inmediaciones del hotel donde se hospedan los jugadores, solicitando al club de la Universidad de Chile que implemente medidas adicionales para garantizar su protección. Además, las autoridades hicieron un llamado a la población y a los hinchas para evitar la incitación a actividades violentas y promover un comportamiento respetuoso durante la estadía y el desarrollo del partido.
El seremi de Seguridad Pública, Adio González, explicó que, aunque el encuentro del jueves a las 21:30 horas será sin público, se han establecido tres niveles de seguridad en el perímetro del estadio, en las rejas y en las entradas principales. Estos controles incluyen las acreditaciones, que en total son solo 70 por equipo y son revisadas exhaustivamente. El operativo cuenta con la presencia de aproximadamente 160 efectivos de Carabineros en las inmediaciones del recinto para garantizar el orden y la seguridad de todos los participantes.
El Delegado Luna remarcó que estos esfuerzos buscan que el evento se desarrolle en completa normalidad, en línea con las normativas de una competencia internacional, y reiteró que se continuará vigilando de cerca cualquier actividad que pueda poner en riesgo la tranquilidad pública.
La planificación y coordinación entre las distintas instituciones buscan enviar un mensaje claro: que la ley será aplicadas con rigor a quienes intenten alterar el orden público, y que las instancias deportivas deben ser espacios de confraternidad y respeto, más allá de las pasiones por el fútbol.