La ministra vocera del gobierno, Camila Vallejo, ha defendido la decisión del presidente Gabriel Boric de postular a Michelle Bachelet como candidata a la Secretaría General de las Naciones Unidas, a pesar de las críticas y de la falta de un diálogo explícito con todos los sectores de la oposición. La nominación ha generado diversas opiniones en el país, reflejando un debate sobre el proceso y sus implicaciones.
Vallejo explicó que, aunque en el proceso específico no se consultó formalmente a todos los actores políticos, el jefe de Estado ha sido quien dirige la política exterior y ha tomado la decisión final basada en criterios de trayectoria y liderazgo de Bachelet. La titular de la Segegob enfatizó que la política exterior la lidera el presidente y que, en este caso, se realizaron consultas reservadas con algunos sectores de oposición, aunque no con todos.
“Quien lidera la política de Estado en asuntos internacionales es el presidente, y esas decisiones no se cogobiernan”, afirmó Vallejo, aclarando que la decisión de nominar a la exmandataria fue tomada en este marco de autoridad exclusiva del mandatario. La ministra evitó detallar si estas consultas fueron amplias o si existieron contactos con todos los actores políticos relevantes, pero reiteró que las entrevistas y diálogos son parte de un proceso reservado.
Mientras tanto, algunos líderes opositores criticaron que no se haya considerado una consulta más exhaustiva, sobre todo considerando que la candidatura podría ser decidida por la próxima administración, lo que eleva la importancia del respaldo político previo. En ese contexto, Vallejo señaló que los procesos de consulta se han realizado con distintos miembros de la oposición, aunque algunos no han sido incluidos, y que estos fueron llevados a cabo en reserva.
Además, la ministra destacó que la nominación de Bachelet se produce en un escenario electoral complejo, marcado por las próximas elecciones presidenciales, algo que ha generado cierta tensión y debate en la opinión pública. Valdez argumentó que, tras las elecciones, se espera que esta política de Estado, liderada por el presidente, tenga continuidad y sea defendida desde un marco republicano y patriota.
Respecto a las críticas sobre las posibles dificultades que enfrentará Bachelet en su candidatura, Vallejo hizo énfasis en que las decisiones internacionales y las postulaciones a cargos de esta magnitud corresponden al liderazgo del jefe de Estado, quien basa sus resoluciones en criterios reservados y en un proceso de consulta que, aunque no fue público en todos sus aspectos, sí se realizó con algunos sectores.
Por último, en sus declaraciones, la ministra resaltó el valor de tener una candidata chilena, mujer y latinoamericana, en una posición tan relevante en el escenario mundial. Además, subrayó que esta nominación refleja una visión de Estado hacia el exterior, en donde Chile puede ofrecer una propuesta que represente sus intereses y valores en un contexto global marcado por múltiples conflictos y desafíos.
Vallejo concluyó que, más allá de diferencias políticas internas y debates electorales, la nominación de Bachelet a la ONU es un motivo de orgullo para el país, pues refleja el compromiso de Chile con la diplomacia y el liderazgo femenino en temas internacionales.