El tenista chileno Nicolás Jarry continúa enfrentando dificultades físicas en su temporada 2025. Actualmente ocupando la posición 109 en el ranking ATP, el deportista se ha visto obligado a retirarse en varias competencias debido a lesiones que impiden su rendimiento óptimo. La última noticia confirma que Jarry ha abandonado otro torneo en su calendario: el ATP 250 de Almaty, en Kazajistán, donde estaba programado para enfrentarse al tenista local Timofey Skatov, quien ocupa el puesto 236 en el escalafón mundial.
El propio jugador explicó en un video difundido en sus redes sociales los motivos de su retiro: “Estoy un poco triste. Lamentablemente, llevo casi dos semanas lidiando con un problema en el codo que aún no se ha recuperado al cien por ciento. No puedo sacar bien y, por lo tanto, es imposible competir en estas condiciones”.
Esta lesión se suma a una serie de inconvenientes físicos que han afectado el rendimiento de Jarry en la temporada, la cual se ha visto marcada por altibajos y momentos de incertidumbre debido a las lesiones. La situación no solo ha afectado su participación en eventos individuales, sino que también pone en riesgo su objetivo de mejorar su posición en el ranking para ingresar de manera directa a grandes torneos del próximo año.
Recientemente, se confirmó que Jarry también ha decidido no participar en el Challenger de Brest, en Francia, que se disputará la próxima semana. Esta deserción deja a su calendario a pocos eventos importantes para cerrar el año, con la necesidad urgente de sumar puntos para mantener sus aspiraciones en marcha.
A pesar de estos contratiempos, el tenista continúa con la esperanza de recuperarse y retomar su ritmo de competición. Actualmente, su plan incluye participar en el Challenger de Bratislava 2 a partir del lunes 27 de octubre y en el ATP de Atenas, que inicia el 2 de noviembre, en busca de puntos que le permitan escalar en la clasificación mundial.
Cabe destacar que uno de los objetivos de Jarry para el próximo año es reingresar al top 100 del ranking ATP, lo cual le daría acceso directo a torneos del Grand Slam, en particular al Abierto de Australia 2026, un objetivo que se ha vuelto prioritario en su planificación deportiva.
La situación de Nicolás Jarry ejemplifica las dificultades que enfrentan muchos deportistas en sus carreras, donde las lesiones y molestias físicas pueden alterar significativamente los planes y metas a largo plazo. Sin embargo, su perseverancia y deseo de volver a competir al máximo nivel mantienen la esperanza en sus seguidores y en él mismo de superar estos obstáculos y seguir representando con orgullo al tenis chileno en los escenarios internacionales.