Durante la madrugada en Gaza, los bombardeos israelíes y el fuego de armas de fuego han causado la muerte de al menos 38 personas, según informaron autoridades sanitarias. A pesar de la creciente presión internacional para que las partes cesen las hostilidades, el liderazgo de Israel continúa mostrando firmeza en su decisión de seguir con la guerra.
Los ataques en las regiones central y norte de Gaza impactaron en las viviendas de los residentes, incluyendo una trágica ocurrencia en el campamento de refugiados de Nuseirat, donde nueve miembros de una misma familia perdieron la vida en una sola casa, confirmaron fuentes médicas en el hospital Al-Awda, donde se trasladaron los cadáveres.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con un saldo mortal en aumento y la población civil viviendo en medio del conflicto. Aunque países y organizaciones internacionales han exigido un alto el fuego inmediato para evitar más pérdidas humanas y aliviar la crisis humanitaria, la postura de Israel se mantiene inflexible, argumentando la necesidad de continuar sus operaciones militares para defenderse.
Las incógnitas sobre el desenlace de la escalada bélica y las posibles vías para lograr un acuerdo de paz siguen siendo un tema de preocupación mundial, ante la resistencia de las partes a poner fin a la violencia y las demandas de detener la ofensiva para proteger a los civiles atrapados en el conflicto.