El químico estadounidense Omar Yaghi, hijo de refugiados, se convirtió el miércoles en el primer científico palestino en ganar un Premio Nobel, alcanzando la cima de su profesión tras «un camino bastante largo», afirmó en declaraciones publicadas en X desde la cuenta oficial del Nobel, justo después de conocer la noticia.
Nació en una familia de refugiados, explicó a la Academia Real de Ciencias de Suecia, que le otorgó el Nobel en química por trabajos innovadores en arquitectura molecular, junto a Susumu Kitagawa y Richard Robson. «Mis padres apenas sabían leer o escribir». Yaghi creció en Ammán, Jordania, donde sus padres se mudaron tras huir de Gaza en 1948, cuando centenas de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares durante los enfrentamientos sectarios en lo que pronto sería Israel. “Éramos una docena en una pequeña habitación, compartiéndola con los animales que criábamos”, relató.
A los 10 años, vio por primera vez un diagrama de moléculas en una biblioteca pública en la capital de Jordania. Dijo que en ese momento quedó inmediatamente fascinado por esas estructuras y solo más tarde «aprendió que esas eran moléculas que componen nuestro mundo».
Desde entonces, Omar Yaghi ha tenido un viaje increíble, que lo llevó a convertirse en un referente en su campo. Con más de 30 años de carrera, ha desarrollado nuevos métodos para combinar metales con moléculas orgánicas y crear compuestos híbridos revolucionarios, con aplicaciones que podrían abordar desafíos globales como la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero.
El presidente del Comité Nobel en Química elogió el potencial de estos compuestos por su estructura porosa, que ofrece «oportunidades anteriormente insospechadas» en el campo. Se espera que los materiales innovadores en los que Yaghi y sus colegas han trabajado tengan un impacto profundo en cuestiones ambientales y tecnológicas.
Su éxito fue celebrado por líderes árabes y diplomáticos internacionales. El rey Abdullah II de Jordania calificó el logro del químico como «el orgullo de Jordania», y afirmó que su victoria demuestra que los jordanos pueden «hacer una diferencia dondequiera que estén». La misión palestina en la ONU también retuiteó el anuncio del Nobel con el mensaje: «Los refugiados palestinos también pueden ganar premios Nobel». La comunidad internacional destacó que el reconocimiento de Yaghi simboliza un triunfo de la perseverancia y el talento en medio de adversidades extremas.
Yaghi, en sus primeras declaraciones tras recibir la noticia, afirmó que no se consideraba alguien que intentara cambiar el mundo con la química, sino que su propósito principal era construir cosas hermosas y resolver problemas intelectuales. Sin embargo, su trabajo ha demostrado ser fundamental en la búsqueda de soluciones sostenibles para algunos de los principales problemas del planeta.
Por último, se recuerda que Yaghi fue criado en una pequeña habitación en Ammán, en un contexto de extrema pobreza y desafíos, y hoy ese mismo joven, con raíces palestinas y que en su niñez jamás imaginó alcanzar la gloria, ha recibido el máximo reconocimiento internacional en su campo. Su historia inspira a generaciones de jóvenes científicos en el mundo árabe, mostrando que con determinación y pasión, es posible hacer una diferencia significativa, incluso desde los entornos más humildes.