LONDRES — Las autoridades aún no han identificado a los operadores. ¿Un bromista? ¿Un actor estatal? Pero oficiales militares y autoridades civiles de aviación estaban en alerta en toda Europa el martes — y el Kremlin emitió una negación sarcástica — tras misteriosos avistamientos de drones que obligaron a Dinamarca y Noruega a cerrar sus principales aeropuertos durante aproximadamente cuatro horas la noche del lunes.
Las fuerzas de seguridad inspeccionaron un área cercana al aeropuerto de Copenhague después de que drones forzaron su cierre por varias horas. Se desconoce quién los operaba, si era una broma o una acción de un estado. La medida generó una alarma en la región, y mientras tanto, el Kremlin negó cualquier implicación, en un intento de minimizar las tensiones.
Las autoridades militares y civiles de los países del noreste de Europa estaban en estado de alerta ante la presencia de estos drones no identificados. La situación aumentó la preocupación en torno a la seguridad aérea en la región, especialmente en un contexto de creciente tensión con Rusia, que ha sido acusada en diversas ocasiones de actividades en el espacio aéreo de los países vecinos.
Las investigaciones sobre quién pudo haber operado los drones continúan, y muchos expertos consideran que estas acciones podrían ser provocaciones para desestabilizar la región o simplemente incidentes sin intención maliciosa, aunque las autoridades europeas mantienen la vigilancia reforzada.
El incidente resalta la vulnerabilidad de los aeropuertos en el ámbito de las nuevas amenazas tecnológicas, como los drones no tripulados, que se han vuelto un desafío para la seguridad aérea y la protección de infraestructuras críticas. La preocupación se centra en la posibilidad de que estos UAVs puedan ser utilizados para espionaje, sabotaje o incluso ataques, en un escenario donde la tensión internacional sobre Rusia y sus actividades en el Ártico y Europa del Este se intensifica cada día.
Por ahora, las operaciones en los aeropuertos de Copenhague y Oslo permanecen suspendidas mientras se recopilan pruebas y se identifican a los responsables. La región continúa en máxima alerta, y las autoridades advierten que podrían registrarse más incidentes similares en los próximos días, dado el aumento de la vigilancia y las acciones no autorizadas en el espacio aéreo.
Hasta el momento, no hay datos concretos que indiquen si los drones fueron operados por actores estatales, grupos criminales o simplemente personas con interés en perturbar la tranquilidad de la región. La comunidad internacional aguarda respuestas y redoblados esfuerzos de seguridad para prevenir futuras amenazas en un escenario cada vez más complejo y tecnológico.